Ensayo Sobre El Futuro De Las Baterias
Las baterías más populares y avanzadas que encontramos hoy en nuestros artefactos son las baterías de Litio-Ion Polímero — algo que tiene muy contento a Argentina, Bolivia y Chile, ya que estos 3 países concentran en sus salares el 90% de las reservas mundiales de litio.
Estas las podemos encontrar hoy en nuestros dispositivos electrónicos,
autos eléctricos y hasta en el sistema de suministro eléctrico. Sin
embargo las baterías de Li-Ion se empezaron a comercializar en 1991, por
lo que llevamos usando prácticamente la misma tecnología hace más de
dos décadas y sobre la cual todos podemos concordar que necesita una
actualización de forma urgente.
Estas baterías que utilizamos hoy tienen una vida útil de 400 a 1200 ciclos de carga, y una capacidad de 100 a 250 Wh/kg. Finalmente tienen el problema de la velocidad de carga donde, por ejemplo, para un iPod en las primeras 2 horas cargas el 80% de capacidad y luego se demora 2 horas más en cargar el 20% restante.
Un problema acentuado especialmente cuando se aplica en automóviles eléctricos. El año pasado estuve manejando durante un par de semanas un Mitsubishi iMiEV y aunque la ruta que recorro diariamente no son más de 15 Kms, debía estar recargando su batería de Li-Ion cada 3 días. En el punto de recarga podía recargar el 50% de la capacidad en 15 minutos y luego debía pasar a un ciclo de carga mucho más lento que duraba hasta 8 horas ya que podía “degradar considerablemente” la capacidad de la batería, acortando rápidamente su vida útil, si continuaba con la carga rápida. Difícil va a ser convencer al mundo de cambiarse a autos eléctricos mientras las baterías carguen tan lento, sean tan caras y más encima deban ser reemplazadas a los pocos años.
Estas baterías que utilizamos hoy tienen una vida útil de 400 a 1200 ciclos de carga, y una capacidad de 100 a 250 Wh/kg. Finalmente tienen el problema de la velocidad de carga donde, por ejemplo, para un iPod en las primeras 2 horas cargas el 80% de capacidad y luego se demora 2 horas más en cargar el 20% restante.
Un problema acentuado especialmente cuando se aplica en automóviles eléctricos. El año pasado estuve manejando durante un par de semanas un Mitsubishi iMiEV y aunque la ruta que recorro diariamente no son más de 15 Kms, debía estar recargando su batería de Li-Ion cada 3 días. En el punto de recarga podía recargar el 50% de la capacidad en 15 minutos y luego debía pasar a un ciclo de carga mucho más lento que duraba hasta 8 horas ya que podía “degradar considerablemente” la capacidad de la batería, acortando rápidamente su vida útil, si continuaba con la carga rápida. Difícil va a ser convencer al mundo de cambiarse a autos eléctricos mientras las baterías carguen tan lento, sean tan caras y más encima deban ser reemplazadas a los pocos años.
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